Se empieza con un pasodoble y se llega a J.S.Bach.

Jaime Belda Cantavella

Reproducimos el articulo de Jaime Belda publicado en el  Blog oficial de la F.B.M.R.M. el pasado Jueves, 20 junio 2019.

Cuando me dispongo a escribir esta “reflexión”, nos encontramos inmersos en plena campaña electoral para las elecciones del 26 de mayo.

En Cartagena, ciudad donde resido y ejerzo mi actividad musical, observo que, en su mayoría, los partidos políticos, a través de sus programas electorales y en el apartado de la cultura, no saben muy bien cómo abordar una planificación razonada, sincera y ejecutable, a efectos prácticos, con el objetivo de divulgar y acercar la música a los ciudadanos. Podríamos decir que, en la actualidad, es inexistente.

No es fácil la tarea, sobre todo, cuando se quieren resultados a corto y medio plazo. Conocemos y hemos participado en programas de iniciación a la música, destinados a jóvenes, también para mayores, y los resultados no han sido siempre los deseados. Conciertos en familia, conciertos didácticos, que durante años realicé junto con la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia, no sirvieron del todo para crear esa “necesidad” de la ciudadanía hacia la música culta. Algo no se hizo bien, a mi modo de ver. Como casi siempre, faltó continuidad. Es evidente que existe un déficit de programación musical. En este sentido, la asistencia de los aficionados a la sala de conciertos ha disminuido, la edad media de los asistentes a los auditorios sigue subiendo y todo hace pensar que no será fácil invertir esta tendencia.

Con este panorama, más que nunca, me acuerdo de nuestras Sociedades Musicales y sus bandas de música, por lo que han aportado, aportan y les queda por aportar en formación y difusión de este arte. Dentro de nuestra ciudad existen cuatro agrupaciones musicales (bandas de música), con sus respectivas escuelas, que podrían ser parte de la solución a esta carencia, planificando actuaciones periódicas en forma de concierto, conciertos didácticos, conciertos en familia o festivales de música, siempre en lugares y horarios apropiados. Todo ello daría un impulso cultural que, a mi juicio, está necesitando Cartagena.

En consonancia con el tema en cuestión, me viene a la cabeza la figura de mi primer maestro de música, por cierto, buen profesional y mejor estratega. Todavía recuerdo aquel día en el que hizo, en un tono reflexivo, la siguiente afirmación: << Jaime, ante todo, la banda tiene una función muy importante en el pueblo: enseñar y difundir la música. Podemos captar aficionados con un pasodoble y ellos terminarán pidiéndonos ópera o zarzuela>>. Razón no le faltaba. Durante muchos años, los hoy buenos o muy buenos aficionados a la música se iniciaron escuchando una banda de música.

Estas formaciones musicales que- dicho sea de paso, han adquirido un gran nivel-cuentan con un potencial humano envidiable y que dedican su tiempo libre a la práctica de la música de una manera inequívocamente altruista, a buen seguro, estarían dispuestas a contribuir en pro de dicho desarrollo cultural. Resulta impagable la labor de este colectivo y mi reconocimiento hacia los que nos precedieron que, con grandes dificultades e incomprensiones, nos han dejado un legado de incalculable valor.

Como director de una de ellas, la Unión Musical Cartagonova, así lo contemplo y creo.

Se empieza con un pasodoble y se llega a J. S. Bach.

Jaime Belda Cantavella, director de la Unión Musical Cartagonova.