Dos grandes maestros en Cartagena y para Cartagena.

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Articulo publicado en la sección «nuestros músicos» de la Guía de Semana Santa Cartagena paso a paso de Radio Cartagena.

Dos grandes maestros en Cartagena y para Cartagena.

Si tuviéramos que centrar la mirada musical del presente artículo teniendo en cuenta la portada de la guía del año en curso, todo apuntaría a la fuerza del silencio, a los acordes mudos y al tambor que guarda el riguroso luto ante la figura del Santísimo Cristo del Socorro y de la Santísima Virgen de la Soledad del Consuelo en la madrugada del Viernes de Dolores. Sin embargo, los dos protagonistas que acaparan la atención de este escrito destacan justamente por no silenciar sus vidas. Son los maestros José Lillo Tormo y Jaime Belda Cantavella, dos grandes músicos que han enriquecido a Cartagena y a su Semana Santa como intérpretes y como compositores. Puesto que sus biografías llenarían multitud de folios, nos centraremos en lo esencial de su labor creativa en torno a nuestra ciudad y a sus procesiones.

José Lillo Tormo nace en San Vicente del Raspeig (Alicante). Como instrumentista, su vida va ligada a la trompeta. La formación de este músico militar ha sido muy amplia, así como sus interpretaciones en diferentes orquestas y bandas del panorama nacional. Al llegar a Cartagena funda la Agrupación Musical Sauces, de la que es director durante varios años. En materia compositiva es muy prolífico y variado, pero en el género que nos ocupa destaca por haber escrito un buen número de marchas procesionales. No obstante, las que han dejado huella en el mundo procesionista son, sin duda, Pescador de Hombres y Virgen del Amor Hermoso. En la primera, Lillo compone parte de la obra (el trio, concretamente) inspirándose en la melodía que un día creara Cesáreo Gabaráin Azurmendi. Esta marcha inmortal ya ha traspasado nuestras fronteras, interpretándose en muchas ciudades de España, sin olvidar que forma parte del repertorio esencial en la procesión de Domingo de Resurrección de la ciudad portuaria.

En el caso de Virgen del Amor Hermoso, nos encontramos ante una marcha hecha a medida para la imagen que lleva su nombre. La obra está escrita en Do Mayor, la tonalidad del triunfo, y la estructura de la misma consta de una introducción, que invita a la celebración, un tema lírico en piano, que se repite con su contrapunto correspondiente, dando paso al tradicional fuerte de bajos, para terminar en la tonalidad de Fa Mayor con una dulcísima melodía que, en su repetición, irrumpe con fuerza y conlleva un bello contrapunto de trombones, trompas, bombardinos y saxos tenores, al más puro estilo del compositor. A mi parecer, en esta marcha, el maestro Lillo acierta totalmente, reflejando en ella toda la feminidad y dulzura de esta singular Agrupación, así como la lozanía y frescura de la Virgen de Juan González Moreno.

Por su parte, Jaime Belda Cantavella es natural de La Font de la Figuera (Valencia). Es uno de los mejores saxofonistas de los últimos cincuenta años en España. Igualmente ha dirigido multitud de orquestas y bandas, siendo el director que más premios ha cosechado en certámenes nacionales e internacionales. En el pasado verano de 2023, certifica lo anterior consiguiendo con su banda, la Unión Musical Cartagonova, el Primer Premio y Premio al Mejor Director en el Certamen Internacional Villa de Aranda. Asimismo, Belda es un músico militar que no olvida cuando, en sus inicios, dentro de la Unidad de Música del Regimiento Inmemorial del Rey n°1, el maestro Ricardo Dorado puso en su atril la particella de Mater Mea. Era la primera vez que se ensayaba esta maravillosa marcha y el joven Belda tocó el papel de saxofón alto 1º.Corría el año 1962. Más adelante, en 1986, debido a una dilatada formación, consigue ser director de la Unidad de Música del Tercio de Levante de nuestra ciudad.

A partir de ese momento, su vida es inherente a Cartagena y a la cultura musical de la misma. Todas las formaciones musicales que ha dirigido han llevado su sello en la búsqueda de la perfección sonora.

Como compositor en materia procesional, hablaríamos de Costaleros del Huerto, marcha escrita para una Cofradía de Torrevieja. Para la Semana Santa cartagenera compone El Lavatorio de los Pies, dedicada al tercio femenino de la Agrupación de Santiago Apóstol. La marcha está escrita en la tonalidad de Fa menor y se compone de una introducción en fuerte, muy pasional, que en breve pasa al tema principal, muy lirico. La obra continúa evocándonos sonidos tradicionales de la Semana Santa, desembocando posteriormente en un fuerte de bajos donde la fuga tiene especial protagonismo. A continuación, se reexpone el tema principal para finalizar con el trio en Fa Mayor, que se repite en piano y posteriormente en fuerte. En resumen, una marcha en la que el maestro reúne todo el sentimiento y marcialidad de las procesiones cartageneras.

Como no podría ser de otra manera, el fin último de estas líneas es ensalzar la figura de dos grandes músicos, que han hecho de Cartagena su ciudad, porque en ella siguen sonando cada día con melodías, armonias y ritmos que muevan el corazón de propios y extraños. Si la música se escribiera con mayúsculas, ambos artistas serian merecedores de ver sus nombres en una calle o plaza de esta trimilenaria urbe. Vaya, pues. mi más sincero homenaje a Jaime Belda Cantavella y a José Lillo Tormo por su extraordinaria labor en pro de Cartagena y de su Semana Santa.

José Manuel Nadal Diaz
Músico de la Unión Musical Cartagonova