Uno de los objetivos principales de una agrupación musical es progresar como conjunto instrumental, mejorar la calidad técnica de los músicos y explorar nuevos repertorios, todo con el fin de aprender y disfrutar de la música. Al formar parte de un grupo, el compañerismo y el sentido de pertenencia rompen cualquier complejo de inferioridad, convirtiendo a cada individuo en una parte imprescindible y ayudando a desarrollar habilidades como la empatía, la constancia y el trabajo en equipo, al mismo tiempo que refuerzan el respeto y fortalecen la autoestima.
Esta doble función de una banda de música, tanto en el aspecto musical como social, se potencia de manera especial cuando se decide participar en un certamen. Los músicos y el director se enfrentan a una tarea y responsabilidad adicionales: encontrar un repertorio que permita trabajar aspectos específicos para mejorar el nivel tanto musical como individual del grupo, y que a su vez resulte atractivo y motivador tanto para el músico, quien trabajará intensamente durante semanas, como para el público al que se dirigirá. Un certamen de bandas actúa como un agente motivador para los músicos, ya que saben que deben aumentar su capacidad de esfuerzo, su nivel de exigencia y su disciplina, asistiendo regularmente a los ensayos y dedicando más tiempo al estudio.
En el ámbito social, el hecho de tocar fuera de casa, ante un público diferente y salir de la zona de confort, así como competir con otras bandas de música, hace que los músicos fortalezcan sus lazos y creen un ambiente de pertenencia a su grupo, en este caso, «su banda».
La participación en un certamen requiere un gran esfuerzo y compromiso, no solo por parte de los músicos, sino también de los padres y otros miembros de la asociación. Además, para los miembros de la directiva encargados de la organización, la participación en un certamen implica un trabajo enorme. Organizar la logística para trasladar a cerca de 80 músicos, instrumentos y un gran número de acompañantes es una tarea desafiante, a la cual se suma el esfuerzo adicional de obtener los fondos necesarios y administrar los limitados recursos de los que disponemos.
En resumen, asistir a un certamen conlleva grandes beneficios tanto para la banda como para los músicos que la conforman, así como para la familia que constituye la Unión Musical Cartagonova